Cada 18 de octubre, día de San Lucas, comenzaba el nuevo curso académico en la Universidad de Alcalá. En los días anteriores era cuando iban llegando a nuestra ciudad todos aquellos estudiantes foráneos que habían marchado a sus lugares de origen para pasar las vacaciones y, por lo tanto, la ciudad iba recobrando poco a poco su ajetreo universitario.
Y una parte importante de ese ajetreo eran los prostíbulos. Como ya os conté, estos negocios se asentaban en Alcalá en torno a la Calle de las Damas y florecieron durante la época universitaria debido a la demanda estudiantil. Durante el verano, muchas de sus trabajadoras se ausentaban de Alcalá ante la bajada de la demanda y se marchaban a otras zonas con mayor volumen de negocio. Pero eso sí: siempre volvían con los estudiante, para San Lucas.
Otra versión del refrán hace referencia también a Salamanca, puesto que allí ocurría exactamente lo mismo: «Por San Lucas, en Salamanca y Alcalá, feria de putas».
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