Alcalá en el Museo del Prado

El Museo del Prado hoy cumple 200 años y lo hace como una de las pinacotecas más importantes del mundo. Inmersa en la polémica restauración del Casón del Buen Retiro, el museo cuenta con unos fondos de más de 27500 objetos entre las que destacan casi 8000 pinturas y más de 8500 dibujos de los que se encuentran expuestos en torno a 1200 obras de grandes genios del Arte. La calidad de su colección y de las exposiciones temporales la convierten en la 14ª pinacoteca en número de visitantes con unos 3.000.000 anuales. ¿Cómo nació el museo?

Museo del Prado. Fotografía de Emilio Rodríguez Posada en Wikipedia

Corría el 19 de noviembre de 1819 cuando se inauguró el entonces llamado Museo Real de Pinturas formado por 311 obras elegidas de los fondos de la colección real. Abrió sus puertas en el edificio diseñado por Juan de Villanueva en el Paseo del Prado para Real Gabinete de Historia Natural, según el proyecto inicial de tiempos de Carlos III, que había sufrido daños durante la Guerra de Independencia y que sería impulsado para este nuevo uso por Fernando VII y, especialmente, por su esposa Isabel de Braganza. La colección expuesta fue aumentando con la progresiva apertura de nuevas salas y los fondos se incrementaron a través de donaciones, adquisiciones y con parte de las obras del antiguo Museo de la Trinidad cerrado en 1872. Y entre todas las obras de Arte que tiene el museo, hay algunas procedentes de Alcalá. ¿Cómo llegaron al Museo del Prado cuadros de edificios complutenses?

María Isabel de Braganza como fundadora del Museo del Prado, por Bernardo López Piquier (1829) ©Museo Nacional del Prado

EL DESTINO DE LAS OBRAS DE ARTE DE ALCALÁ

La desamortización de Mendizabal cerró no solo la Universidad de Alcalá y sus colegios sino también todos los conventos y monasterios masculinos que existían en la ciudad exceptuando el Oratorio de San Felipe Neri, cuya riqueza patrimonial intacta supone un tesoro para Alcalá y nos hace pensar en todo aquello que perdimos en el fatídico siglo XIX complutense. En aquellos edificios, tanto religiosos como seculares, se hallaban obras de Arte de grandes artistas españoles y extranjeros que acabaron dispersándose. Por suerte para nosotros, algunas obras de carácter religioso fueron transferidas a la Magistral como los sepulcros del Cardenal Cisneros o el del Arzobispo Carrillo. Sin embargo, la mayor parte de nuestro patrimonio mueble acabó saliendo de Alcalá con diferentes destinos: algunas piezas universitarias acabaron en la Universidad Literaria de Madrid fundada tras la clausura de nuestra Universidad y forman parte de los fondos artísticos de la Complutense; otras fueron vendidas por los particulares que compraron edificios universitarios; otras fueron transferidas al Museo Arqueológico Nacional, como la lámpara mayor de la Mezquita de la Alhambra de Granada y otras al Museo de la Trinidad de Madrid. Y de estas últimas os voy a hablar.

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OBRAS COMPLUTENSES EN EL MUSEO DE LA TRINIDAD DE MADRID

Oficialmente llamado el Museo Nacional de Pintura y Escultura, recibió la denominación de Museo de la Trinidad por tener su sede en el antiguo Convento de la Trinidad Calzada de Madrid. Fue creado en 1837 para acoger obras artísticas procedentes de edificios exclaustrados y desamortizados con el objetivo de convertirse en un museo de pintura española mayoritariamente de carácter religioso. Aunque llegó a tener casi 2000 piezas antes de su cierre en 1872, un tercio de ellas se encontraban en un estado deporable e incluso destruidas, tal y como se señala en el inventario de 1854. De hecho, tras el cierre del museo, tan solo 84 cuadros (según el catálogo de Pedro de Madrazo de 1873) fueron transferidos al Museo del Prado mientras que las demás fueron depositados sin un especial control entre varias instituciones como museos provinciales, universidades, hospitales, ministerios o embajadas, entre otros, lo que supuso la pérdida o destrucción de parte de ellas. En palabras de Juan Antonio Gayá Nuño una hipercrítica selección que mejor es ignorar quien realizó.

Convento de la Trinidad Calzada de Madrid en el plano de Teixeira (1656)

En 1836 se creó una junta encargada de elegir y trasladar las obras de Arte al futuro Museo de la Trinidad siendo los académicos Juan y Miguel Gálvez (padre e hijos) los encargados de recolectar las obras de Alcalá. La relación de piezas escogidas se hallan en el inventario general del 24 de junio de 1838 conservado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y que no he podido investigar. En él se catalogaban las obras como de primera y segunda clase según su calidad artística. Los que se describen como provenientes de Alcalá dentro del primer grupo, aunque ya veremos que realmente había más, aparecen descritas en el Catálogo Provisional de 1865 de Gregorio Cruzada Villaamil:

Gregorio Cruzada Villaamil, por Pedro Antonio de Alarcón.
Fuente: aplumayespada.wordpress.com

  • Una Purísima Concepción rodeada de ángeles (2’219 de altura por 2’06 de anchura) firmada por Alonso del Arco y fechada en 1687. Se encontraba en la Magistral probablemente procedente de la iglesia de la Compañía de Jesús.
  • La comunión de Santa María Egipciaca (6’42 x 3’75) de Francisco Camilo que se reputa por su mejor obra. Presidía el altar mayor de la iglesia del convento de Santa María Egipcíaca de franciscanos capuchinos.
  • La Adoración de los pastores (2’915 x 1’665) de Angelo Nardi. Procedente del altar mayor de la iglesia de los jesuitas.
  • La Circuncisión de Cristo (2’915 x 1’68) de Angelo Nardi. Procedente del altar mayor de la iglesia de los jesuitas.
  • La Adoración de los Magos (2’7 x 1’665) de Angelo Nardi. Procedente del altar mayor de la iglesia de los jesuitas.
  • La Presentación del niño Dios en el templo (2’7 x 1’66) de Angelo Nardi. Procedente del altar mayor de la iglesia de los jesuitas.
  • Jesucristo en la cruz (3’17 x 2’20) de Angelo Nardi. Procedente del altar mayor de la iglesia de los jesuitas.
  • Diez cuadros de la vida de San Diego de Alcalá de Juan García Miranda, catalogados como de escaso mérito artístico. Procedían del claustro del monasterio franciscano de Santa María de Jesús.
  • San Buenaventura (2’91 x 1’65) de Bartolomé Román. Procedente de la Capilla de San Diego del Monasterio de Santa María de Jesús.
  • Un santo franciscano [San Jacobo de la Marca] (2’91 x 1’65) firmado por Francisco Zurbarán. Procedente de la Capilla de San Diego del Monasterio de Santa María de Jesús.
  • San Francisco (2’91 x 1’65) por Alonso Cano. Procedente de la Capilla de San Diego del Monasterio de Santa María de Jesús.
  • San Antonio (2’91 x 1’65) por Alonso Cano y Bartolomé Román. Procedente de la Capilla de San Diego del Monasterio de Santa María de Jesús.
  • La Presentación del hijo de Dios (2’33 x 1’285) firmado por Francisco Solís. Procedente del convento de Agustinos Recoletos de San Nicolás de Tolentino.
  • Apoteosis de San Agustín (2’71 x 2’04) de Claudio Coello. Procedente del retablo mayor de la iglesia de Agustinos Recoletos de San Nicolás de Tolentino.
  • Asunto Místico [Sagrada Familia y el Cardenal Fernando de Medici] (2’63 x 2’01) firmada por Alessandro Allori. No aparece como procedente de Alcalá porque fue adquirida a posteriori. Procedía del Colegio de Mínimos de San Francisco de Paula de Alcalá donado por el cardenal Fernando de Medici.

OBRAS COMPLUTENSES EN EL MUSEO DEL PRADO

Tras el cierre del Museo de la Trinidad en 1872, una pequeña parte de las obras complutenses fueron trasladadas al Museo del Prado mientras que las demás sufrieron esa criticada dispersión. Si echamos un vistazo al magnífico catálogo de la pinacoteca nos encontramos que aún hay importantes obras de arte complutenses en ella, algunas de las cuales no aparecen descritas en el catálogo del Museo de la Trinidad.

SAGRADA FAMILIA Y EL CARDENAL FERNANDO DE MEDICI, ALESSANDRO ALLORI (1584)

Sagrada Familia y el Cardenal Fernando de Medici, por Alessandro Alleri (1584) El cuadro fue donado por el Cardenal al Colegio-Convento de Mínimos de San Francisco de Paula. ©Museo Nacional del Prado

Óleo sobre lienzo de estilo clasicista, en él encontramos a la Virgen María sentada con el niño Jesús en su regazo, que sostiene el orbe y le señala el libro que está leyendo sostenido por Santa Ana. A sus pies encontramos a San José y a un fraile franciscano de avanzada edad al que se interpreta como el Cardenal Fernando de Medici, mecenas de la obra, debido a la inscripción que se lee en el escalón de la esquina inferior derecha. Sin embargo, este contaba con apenas 35 años cuando se realiza la obra y jamás fue fraile por lo que no se puede concebir como un retrato. Es plausible que el representado sea San Francisco de Paula, titular del Colegio-Convento de Mínimos de Alcalá al que donó la obra el cardenal Medici. La inconografía de este santo, como vemos en nuestro cuadro, se caracteriza por portar cayado y hábito franciscano.
Esta obra fue adquirida por Real Orden de la Dirección General para el Museo de la Trinidad el 12 de enero de 1864 a cambio de 33.000 reales. En 1872 pasó al Museo del Prado, encontrándose expuesto en la sala 049.

SAN JACOBO DE LA MARCA, FRANCISCO DE ZURBARÁN (1659-60)

San Jacobo de la Marca, por Francisco de Zurbarán (1659-1660) Procede del crucero de la Capilla de San Diego del Monasterio de Santa María de Jesús de Alcalá. ©Museo Nacional del Prado

Óleo sobre lienzo, en él se representa al fraile franciscano San Jacobo (o Jaime) de la Marca. Rodeado de arquitectura, el santo viste el hábito franciscano y señala con su mano derecha un cáliz con la sangre de Cristo que porta en su izquierda, su iconografía tradicional. En un segundo plano encontramos una representación del propio santo salvando de manera milagrosa a un niño, rodeado de otros franciscanos y de la madre del pequeño. Su iconografía del cáliz se debe a que defendió la divinidad de la sangre derramada por Cristo en la Pasión. Esta obra formaba parte de un cuarteto junto al San San Buenaventura del mismo autor y a los San Antonio y San Francisco de Alonso Cano, situados en hornacinas en el crucero de la capilla de San Diego del Monasterio de Santa María de Jesús de Alcalá.
Tras su paso por el Museo de la Trinidad, actualmente se encuentra expuesto en la sala 010A del Museo del Prado, separado de sus compañeros que se encuentran en depósito en la Basílica de San Francisco el Grande de Madrid.

APOTEOSIS DE SAN AGUSTÍN, CLAUDIO COELLO (1664)

Apoteosis de San Agustín, por Claudio Coello (1664). Presidía el retablo mayor de la iglesia del Colegio-Convento de agustinos recoletos de San Nicolás de Tolentino de Alcalá. ©Museo Nacional del Prado

Óleo sobre lienzo, probablemente sea una de las mayores joyas artísticas que tuvo Alcalá.  Se representa a San Agustín de Hipona ascendiendo sobre una nube a un cielo azul intenso rodeado por una corte de ángeles que llevan su báculo episcopal. En el suelo, en lo mundanal representado por el busto, hallamos al demonio con forma de dragón que se retuerce ante la visión del triunfo de San Agustín. La escena se completa con arquitectura clásica. Es una obra llena de contrastes de color, que presenta un prodigioso dominio de la luz y un dinamismo sorprendente que impresiona y nos recuerda la influencia de Rubens en el barroco madrileño. Este cuadro presidía el retablo mayor de la iglesia del Colegio-Convento de agustinos recoletos de San Nicolás de Tolentino de Alcalá de Henares.
Tras su paso por el Museo de la Trinidad, hoy se encuentra expuesto en la sala 018A del Museo del Prado.

FLORERO, BARTOLOMÉ PÉREZ (HACIA 1676)

Florero, por Bartolomé Pérez (hacia 1676). Procedente del Monasterio franciscano de Santa María de Jesús. ©Museo Nacional del Prado

Óleo sobre lienzo, en él se representan ramilletes de rosas blancas, rosas rojas, tulipanes y claveles. Probablemente sea el mejor ejemplo complutense del género del bodegón de flores tan extendido durante el barroco.
Aunque en el catálogo del Museo de la Trinidad aparece como anónimo valenciano, en el catálogo del Prado aparece atribuido a Bartolomé Pérez y procedente del Monasterio franciscano de Santa María de Jesús de Alcalá, teniendo unas medidas de 0’75 x 0’56 metros. Actualmente no se encuentra expuesto.

GUIRNALDA DE FLORES CON SAN CAMILO DE LELIS, BARTOLOMÉ PÉREZ (SEGUNDA MITAD SIGLO XVII)

Guirnalda de flores con San Camilo de Lelis, por Bartolomé Pérez (2ª mitad s.XVII) Perteneció a una serie de seis cuadros similares del Colegio-Convento de capuchinos de Santa María Egipcíaca de Alcalá. ©Museo Nacional del Prado

Óleo sobre lienzo en el que vemos una variante del género de pintura floral barroca. una orla floral que rodea una especie de camafeo donde se representa al fundador de la Orden religiosa de los Hermanos Ministros de los Enfermos, San Camilo de Lelis, portando crucifijo. Este cuadro formó parte de una colección de seis, de los que se conservan aún hoy cinco de ellos (aunque dos no aparecen en la colección digital y por ello no aparecen en este artículo) procedentes del Colegio-Convento de capuchinos de Santa María Egipcíaca de Alcalá.
No aparece en el catálogo de Cruzada Villaamil, que solo registró tres de la colección. Tiene unas medidas de 0’95 x 0’73m. Tras su paso del Museo de la Trinidad al Prado, no se encuentra expuesto actualmente.

GUIRNALDA DE FLORES CON SAN FELIPE NERI, BARTOLOMÉ PEREZ (SEGUNDA MITAD SIGLO XVII)

Guirnalda de flores con San Felipe Neri, por Bartolomé Pérez (2ª mitad siglo XVII) Procedía del Colegio-Convento de capuchinos de Santa María Egipcíaca de Alcalá. ©Museo Nacional del Prado

Óleo sobre lienzo del mismo género que el anterior. Una orla floral rodea una especie de camafeo donde se representa a San Felipe Neri con el hábito negro filipense, bonete y sujetando un rosario con su mano derecha mientras que se lleva la izquierda al pecho con humildad. Este cuadro formó parte de una colección de seis, de los que se conservan aún hoy cinco de ellos, procedentes del Colegio-Convento de capuchinos de Santa María Egipcíaca de Alcalá.
No aparece en el catálogo de Cruzada Villaamil, que solo registró tres de la colección. Tiene unas medidas de 0’99 x 0’74 m. Tras su paso del Museo de la Trinidad al Prado, no se encuentra expuesto actualmente

GUIRNALDA DE FLORES CON SANTA TERESA DE JESÚS, BARTOLOMÉ PEREZ (SEGUNDA MITAD SIGLO XVII)

Guirnalda de flores con Santa Teresa de Jesús, Bartolomé Pérez (2ª mitad siglo XVII) Perteneció a una serie de seis cuadros similares del Colegio-Convento de capuchinos de Santa María Egipcíaca de Alcalá. ©Museo Nacional del Prado

Óleo sobre lienzo del mismo género que los anteriores. Dentro de una orla floral, quizá la mejor de las tres, hallamos un camafeo donde se representa a Santa Teresa de Jesús, arrodillada con el hábito carmelita, orando frente a cruficijo situado en una mesa. Este cuadro formó parte de una colección de seis, de los que se conservan aún hoy cinco de ellos, procedentes del Colegio-Convento de capuchinos de Santa María Egipcíaca de Alcalá.
No aparece en el catálogo de Cruzada Villaamil, que solo registró tres de la colección. Tiene unas medidas de 0’95 x 0’73 m. Tras su paso del Museo de la Trinidad al Prado, no se encuentra expuesto actualmente

SAN DIEGO DE ALCALÁ, FRANCISCO DE ZURBARÁN (ca 1658)

San Diego de Alcalá, por Francisco de Zurbarán (ca 1658) Estuvo situado en el ático del retablo de la Capilla de San Diego del Monasterio franciscano de Santa María de Jesús.
©Museo Nacional del Prado

Óleo sobre lienzo que representa al santo franciscano en el momento en el que se produce el milagro de la flores, cuyo relato ya os conté. San Diego, a la derecha, muestra su hábito lleno de flores a otros franciscanos que le interpelan por haber sustraido comida de la despensa para repartirla entre los pobres de Alcalá. Se cree que Zurbarán creó este cuadro para el ático del retablo mayor de la Capilla de San Diego del Monasterio de Santa María de Jesús de Alcalá. Tiene unas dimensiones de 0’93 x 0’99 m.
Este cuadro fue comprado por el Museo del Prado en junio de 1932 a su anterior dueño, Emilio de Sola, quien residía en Cádiz. Actualmente no está expuesto.

OBRAS EN DEPÓSITO EN OTRAS INSTITUCIONES

SAN ANTONIO DE PADUA, ALONSO CANO (ca 1660)

San Antonio de Padua, por Alonso Cano (hacia 1660). Estuvo situado en la Capilla de San Diego del Monasterio franciscano de Santa María de Jesús. ©Museo Nacional del Prado

Óleo sobre lienzo, en él vemos a San Francisco de Padua vistiendo hábito franciscano, arrodillado y apoyado en una roca mientras abraza al niño Jesús que sostiene con sus manos. En el cielo hallamos una gloria de ángeles, bajando uno con lirios en la mano. Esta obra formaba parte de un cuarteto junto al San Francisco del mismo autor y a los San Jacobo de la Marca y San Buenaventura de Francisco de Zurbarán, situados en hornacinas en el crucero de la capilla de San Diego del Monasterio de Santa María de Jesús de Alcalá.
Tras su paso por el Museo de la Trinidad, actualmente no se encuentra expuesto en el Museo del Prado sino en depósito en el museo de la Basílica de San Francisco el Grande, donde ya lo describe Juan Antonio Gayá en 1947.

ESTIGMATIZACIÓN DE SAN FRANCISCO, ALONSO CANO (ca 1660)

Estigmatización de San Francisco, Alonso Cano (ca 1660) Estuvo situado en la Capilla de San Diego del Monasterio franciscano de Santa María de Jesús. ©Museo Nacional del Prado

Óleo sobre lienzo, en él hallamos a San Francisco de Asís arrodillado con el hábito franciscano y dirigiendo su mirada al cielo mientras recibe los estigmas de la Pasión de Cristo. En segundo plano hallamos a una mujer sobrecogida por el milagro y una calavera a los pies del santo. Esta obra formaba parte de un cuarteto junto al San Antonio del mismo autor y a los San Jacobo de la Marca y San Buenaventura de Francisco de Zurbarán, situados en hornacinas en el crucero de la capilla de San Diego del Monasterio de Santa María de Jesús de Alcalá.
Tras su paso por el Museo de la Trinidad, actualmente no se encuentra expuesto en el Museo del Prado sino en depósito en el museo de la Basílica de San Francisco el Grande, donde ya lo describe Juan Antonio Gayá en 1947.

SAN BUENAVENTURA, FRANCISCO DE ZURBARÁN (ca 1659)

San Buenaventura, por Francisco de Zurbarán (ca 1659) Estuvo situado en el crucero de la Capilla de San Diego del Monasterio de Santa María de Jesús. ©Museo Nacional del Prado

Óleo sobre lienzo, en él se representa al monje franciscano San Buenaventura de Bagnoregio,teólogo, cardenal y general de la Orden que vivió en el siglo XIII. Proclamado Doctor de la Iglesia en el siglo XVI, aquí le encontramos escribiendo sobre una mesa en la que hallamos varios libros, símbolizando su erudición. Al fondo hallamos un paisaje y a dos monjes conversando, uno franciscano y el otro dominico. Esta obra formaba parte de un cuarteto junto al San Jacobo de la Marca del mismo autor y a los San Antonio y San Francisco de Alonso Cano, situados en hornacinas en el crucero de la capilla de San Diego del Monasterio de Santa María de Jesús de Alcalá.
Tras su paso por el Museo de la Trinidad, actualmente no se encuentra expuesto en el Museo del Prado sino en depósito en el museo de la Basílica de San Francisco el Grande, donde ya lo describe Juan Antonio Gayá en 1947.

PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO, FRANCISCO DE SOLÍS  (¿1664?)

Presentación de Jesús en el templo, por Francisco de Solís (1651-1675) Se encontraba en el Colegio-Convento de agustinos recoletos de San Nicolás de Tolentino de Alcalá. Museo Provincial de Cádiz

Óleo sobre lienzo en el que se representa el pasaje bíblico de la presentación en el templo. En las gradas del templo vemos a la Virgen llevando al niño Jesús al último escalón, acompañada por San José y siendo recibidos por Simeón quien se inclina para recoger al niño en un templo de clara influencia clásica. Presencian la escena hombre y mujeres, algunas con velas, a la espalda de Simeón y una mujer amamantando a un niño en las escaleras mientras otro pequeño intenta atrapar una paloma. Del cielo bajan angelitos provenientes de un rayo celestial, dando una mayor sacralidad al momento. Este cuadro formaba parte de una serie de obras sobre la vida de Jesús que Francisco de Solís, quien firma el cuadro, realizó para la el claustro del Colegio-Convento de agustinos recoletos de San Nicolás de Tolentino de Alcalá.
Este cuadro, acompañado probablemente de toda la serie, pasó al Museo de la Trinidad y tras su extinción, fue depositado en el Museo Provincial de Cádiz donde ya se encuentra en 1916 y donde lo sitúa Juan Antonio Gayá en 1947. Allí se conserva en nuestros días.
Según la voz de Francisco de Solís en la web del Museo del Prado, las obras del autor en Alcalá se dan por desaparecidas, señalando esta pieza como proveniente del Convento de Trinitarios Descalzos de Madrid. Sin embargo, las dimensiones de esta pieza coinciden con el cuadro de Alcalá (2’33 x 1’285) en el catálogo de Cruzada Villaamil, quien lo clasifica como proveniente del Convento de Recoletos de nuestra ciudad. Y como tal aparece también catalogado en el Museo Provincial de Cádiz por lo que podemos identificarlo como nuestro cuadro y no el de los Trinitarios Descalzos de Madrid.

LA VISITACIÓN, FRANCISCO DE SOLÍS (1664)

La visitación, por Francisco de Solís (1664) Procedente del claustro del Colegio-Convento de agustinos recoletos de San Nicolás de Tolentino de Alcalá. Biblioteca-Museo de Villanueva y Geltrú

Óleo sobre lienzo en el que se representa el pasaje bíblico de la visitación de la Virgen. Enmarcada en una arquitectura clásica, vemos a la Virgen María, ya embarazada de Jesús, abrazando a su prima Isabel quien se inclina ante ella. En la penumbra encontramos a Zacarías, esposo de Isabel, y San José está aún subiendo las escaleras parándose a observar la imagen. En un primer término, a pie de las escaleras aparecen dos jóvenes. Es innegable que este cuadro, tanto por la arquitectura clásica, por dimensiones (2’38 x 1’38 m), por la disposición de la escena y el uso del color, la sombra y la luz, pertenece a la misma serie que Francisco Solís pintó para Alcalá, como señala el profesor Alfonso E. Pérez Sánchez en el catálogo de la exposición Carreño, Rizzi, Herrera y la pintura madrileña de su tiempo (1650-1700) de 1986.
Esta obra, que debió estar en el Museo de la Trinidad, se encuentra en depósito desde el 18 de julio de 1883 en la Biblioteca-Museo Víctor Balaguer de Villanueva y Geltrú.
No aparece en el catálogo de Cruzada Villaamil y en la web del Museo del Prado se señala como proveniente del convento madrileño de Trinitarios descalzos. Pero, como ya hemos explicado anteriormente, debió provenir del claustro del Colegio-Convento de agustinos recoletos de San Nicolás de Tolentino de Alcalá.

CRISTO ATADO A LA COLUMNA, ANÓNIMO (s. XVII)

Cristo atado a la columna, anónimo (s.XVII) Probablemente estuvo en el Colegio-Convento de San Basilio Magno. ©Museo Nacional del Prado

Óleo sobre lienzo, en él se representa el momento en el que Jesucristo es atado a la columna durante la Pasión. De carácter tenebrista, Cristo se haya en el centro rodeado por tres sayones, uno con casco, que le están atando a la columna. El cuerpo casi desnudo de Jesús sirve de foco de luz en el cuadro, representándose con cierto dramatismo.
Esta obra fue inventariada en el Museo de la Trinidad aunque no aparece descrita por Cruzada Villaamil, teniendo unas dimensiones de 1’63 x 1’05 m. Según el Museo del Prado, debió proceder del Colegio-Convento de San Basilio Magno de Alcalá. Actualmente se encuentra en depósito en la Universidad de Barcelona.

EL SUEÑO DE SAN JOSÉ, ANÓNIMO (s. XVII)

El sueño de San José, anónimo (s. XVII) Procede del Monasterio de Santa María de Jesús de Alcalá. ©Museo Nacional del Prado

Óleo sobre lienzo en el que se describe el pasaje bíblico del sueño de San José. En primer plano aparece el santo dormido apoyando su cabeza en su brazo izquierdo mientras un ángel, que ha descendido del cielo abierto de ángeles que se ve en la parte superior, le toca el hombro y señala a la Virgen con el Niño, que se encuentran en un segundo plano, avisándole de la necesidad de huir a Egipto porque Herodes les está buscando para matar al Jesús. Este cuadro estuvo en el Monasterio de Santa María de Jesús de Alcalá.
En el catálogo de Cruzada Villaamil aparece sin identificar su procedencia complutense. De 2’08 x 1’47m, en él se describe como procedente del taller de Juan Carreño de Miranda aunque por su calidad no se puede atribuir al pintor madrileño. Como curiosidad, la descripción de Cruzada acaba diciendo Quizá tenga este cuadro algo del de la Cantarilla, haciendo alusión al cuadro de la Cantarilla de Miel de Alcalá del que os hablé en mi primer artículo del blog, lo que nos muestra que su historia era conocida aún en el siglo XIX fuera de la ciudad. Tras pasar por el Museo de la Trinidad, actualmente se encuentra en depósito en el Consejo de Estado en Madrid.

ESCENAS DE LA VIDA DE SAN DIEGO, JUAN GARCÍA DE MIRANDA (1728-29)

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Óleos sobre lienzo catalogados como de escaso mérito artístico por Cruzada Villaamil, forman parte de una serie de 10 cuadros de idénticas dimensiones (1’11 x 1’94 m) en los que se representan escenas varias de la vida y milagros de San Diego de Alcalá. Situadas originalmente en el claustro bajo del Monasterio de Santa María de Jesús de Alcalá, tras su paso por el Museo de la Trinidad hoy se encuentran seis de ellos en depósito, uno en los almacenes del Prado y sin noticias de los tres restantes:

  • San Diego de Alcalá en las islas Canarias (1728) Depositado en el Museo de Pontevedra (aunque no lo haya encontrado en su catálogo online). Ya se encontraba allí en 1947 aunque Gayá lo denomina Escuela de Artes y Oficios.
  • Curación y acción de gracias del príncipe don Carlos (1729) No expuesto.
    San Diego y un fraile sacando pollos de un cesto (1729-1731) Depositado en el Museo del Almudín de Xátiva.
  • San Diego resucita a dos niños (1729-1731) Depositado en el Museo Víctor Balaguer en Villanueva y Geltrú (aunque no lo haya encontrado en su catálogo online) Ya depositado en 1947.
  • El alma de San Diego asiste al traslado de sus reliquias (1729-1731) Depositado en el Museo Diocesano de Lleida.
  • El Milagro de Doña María Peñuela (1729-1731) Depositado en el Museo Víctor Balaguer en Villanueva y Geltrú (aunque no lo haya encontrado en su catálogo online) Ya depositado en 1947.
  • La última comunión de San Diego de Alcalá (1729-1731) Depositado en el Museo Histórico de Écija.
  • Sin título conocido. En 1947, Juan Antonio Gayá sitúa otra obra de la serie en depósito en el actual Museo de Pontevedra pero no hay rastro de ella en el catálogo del Prado ni en la colección virtual del museo pontevedrés.
  • Sin título conocido. En 1947, Juan Antonio Gayá sitúa otra obra de la serie en depósito en la iglesia de Socuéllamos (Ciudad Real) sin que haya ficha en el catálogo del Prado.
  • Sin título conocido. En 1947, Juan Antonio Gayá sitúa dos obras de la serie en la Escuela Veterinaria de la universidad madrileña. De una no hay rastro, quizá la segunda sea la que hoy se halla en el Museo Diocesano de Lleida pues no hay mención a esta institución en la obra de Gayá.

OBRAS PERDIDAS

Como habéis podido comprobar, algunas de las obras que estuvieron en el Museo de la Trinidad hoy no se encuentran en el catálogo del Museo del Prado. Para saber qué fue de cuatro de ellas acudimos a Juan Antonio Gayá, quien en 1947 nos habla de ellas aunque errando en su conservación:

COMUNIÓN DE SANTA MARÍA EGIPCÍACA, FRANCISCO CAMILO (1668-69)
Depositado en el Archivo General Central (Destruido)

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Óleo sobre lienzo de grandes dimensiones en el que vemos a Santa María Egipcíaca arrodillada recibiendo la comunión de manos del abad san Zósimo de Palestina mientras que en la parte superior una gloria celestial presidida por la Santístima Trinidad, la Virgen María y un fraile capuchino que intercede por ella. Presidió el retablo mayor de la iglesia de capuchinos del Convento de Santa María Egipcíaca de Alcalá.
Tras su paso por el Museo de la Trinidad fue depositado el 18 de julio de 1878 en el Archivo General Central del Reino de España, el antiguo Palacio Arzobispal de Alcalá, colocándose en la afamada escalera de Covarrubias. Fue destruido en el incendio que asoló el Palacio Arzobispal el 11 de agosto de 1939.

COMIDA MILAGROSA DE SAN DIEGO DE ALCALÁ, ANGELO NARDI (1640)
Depositado en el Archivo General Central (Destruido)

Comida milagrosa de San Diego de Alcalá, de Ángelo Nardi (1640) Procedente del Monasterio de Santa María de Jesús. Fotografía de Mariano Moreno (1915-1920) IPCE

Óleo sobre lienzo de grandes dimensiones (2’22 x 4’61) representa un milagro de San Diego. En él vemos a San Diego de Alcalá vestido con el hábito franciscano y acompañado por otro fraile, a los que un ángel muestra una comida campestre preparada por otro ángel para los frailes a pies de un árbol en el que revolotean querubines. Considerado el mejor cuadro de Ángelo Nardi, fue creado por el pintor real para el Monasterio franciscano de Santa María de Jesús de Alcalá.
Tras su paso por el Museo de la Trinidad, aunque no fue catalogado por Cruzada Villaamil, fue depositado el 18 de julio de 1878 en el Archivo General Central de Alcalá y colocado en el despacho del director del archivo. Allí fue destruido en el terrible incendio que asoló el antiguo Palacio Arzobispal el 11 de agosto de 1939, , como señala el investigador complutense José María San Luciano en su libro El incendio de destrucción del Archivo General Central. Alcalá de Henares, 1939

PURÍSIMA CONCEPCIÓN, ALONSO DEL ARCO (1687)
Depositada en la Universidad de Oviedo (Desaparecida)

Inmaculada Concepción, por Alonso del Arco (2ª mitad siglo XVII) Estuvo en la sala capitular de la Magistral de Alcalá. Fotografía de Moreno.

Aquí me encuentro con un problema pues tenemos la fotografía del Archivo Moreno de una Inmaculada Concepción de Alonso del Arco que pintó para la iglesia de los jesuitas y que se encontraba en la Magistral, fotografía que fue tomada entre 1925 y 1931 cuando la iglesia estaba en obras y se utilizaba la iglesia jesuita de Magistral interina (no dio vueltas la pobre). En la descripción de Cruzada Villaamil de 1865 se cataloga un cuadro de la Purísima que estuvo colocado en la Magistral de Alcalá de Henares. ¿Es la misma obra? Solo tenemos constancia de un cuadro de Alonso del Arco en Alcalá con esta temática ¿Se envió en depósito a la Magistral tras el cierre del Museo de la Trinidad? Si así fuera, se habría encontrado en nuestra actual catedral durante el incendio del 21 de julio de 1936. De ser la misma, significaría que fue salvada y posteriormente depositada en la Universidad de Oviedo perdiéndose su rastro hasta nuestros días. Sin embargo, Javier González Santos en su breve artículo Obras de Alonso del Arco en Asturias menciona una Inmaculada Concepción de la Universidad de Oviedo destruida en 1934, también citada como destruida por Álvaro Pascual Chenel en su Alonso del Arco y Antonio Castrejón, pintores madrileños del siglo XVII quien la fecha en 1687 como la complutense, lo que no concuerda con las fechas de la de Alcalá ni con la noticia de Gayá. ¿Son entonces dos Inmaculadas diferentes que Gayá confundió y erró además en considerar superviviente la ovetense? La realidad es que no hay rastro en nuestros días de la Inmaculada de Alcalá.

CUADROS DEL RETABLO MAYOR DE JESUITAS, ANGELO NARDI (ca 1625)
Perdidos

En el catálogo de Cruzada Villaamil se describen los cuadros que pintara Angelo Nardi para el retablo mayor de la iglesia de los Jesuitas y que estuvieron en el Museo de la Trinidad, cuya descripción os cito en cada uno de ellos. Dichas obras, exceptuando el de la Adoración de los Magos, son señalados en 1947 por Juan Antonio Gayá con un escueto jesuitas como su lugar de depósito. La realidad es que no hemos vuelto a tener noticias de ellos desde el siglo XIX ni se conserva fotografía alguna.

  • La Adoración de los pastores (2’915 x 1’665) de Angelo Nardi. En el centro el niño Jesús en un lecho de pajas; a su lado la Virgen, rodeada de S. José y gran número de pastores que le ofrecen regalos. En la parte superior gloria de ángeles sosteniendo una cinta en la que se lee: Gloria in excelsis Deo, etc.
  • La Circuncisión de Cristo (2’915 x 1’68) de Angelo Nardi. A la derecha del espectador la Virgen con las manos cruzadas. A su derecha S. José teniendo al niño que está sobre un almohadón encima de una mesa. A la derecha, el sacerdote Zacarías circuncidando a Jesús y alrededor varias figuras.
  • La Adoración de los Magos (2’7 x 1’665) de Angelo Nardi. Un Santo Rey, arrodillado a los pies de la Virgen, ofrece al niño una copa llena de monedas de oro. Detrás los demás reyes y grande acompañamiento.
  • La Presentación del niño Dios en el templo (2’7 x 1’66) de Angelo Nardi. De rodillas en las gradas del altar está la Virgen teniendo en sus brazos y presentando al sumo sacerdote a su divino Hijo. Detrás de ella S. José, enfrente Santa Ana y en el fondo el sacerdote y un acólito con un cirial. A los pies de la Virgen una cesta con dos tórtolas
  • Jesucristo en la cruz (3’17 x 2’20) de Angelo Nardi. Nuestro Señor Jesucristo enclavado en la cruz y abrazada al santo madero, de rodillas, Santa María Magdalena besa los pies al Salvador. A la derecha de esta la Santísima Virgen y a la izquierda S. Juan. En último término la ciudad de Jerusalén.

CONCLUSIÓN

El destino de las obras de arte complutenses tras la desamortización de Mendizabal es un terreno amplio en el que investigar. Sirva esta pequeña aproximación para que conozcamos mejor una pequeña parte de esas obras perdidas para Alcalá en nuestro fatídico siglo XIX. Por suerte para nosotros, aún podemos realizar una visita a algunas de ellas en el maravilloso Museo del Prado que hoy cumple 200 años.

Acerca de José Antonio Perálvarez

Profesor de Secundaria, Licenciado en Historia, Experto en Gestión de la Información y Guía Turístico de Cervantalia. Complutense y amante de nuestra ciudad
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5 respuestas a Alcalá en el Museo del Prado

  1. Mª Isabel Casero dijo:

    Muy interesante, he disfrutado mucho conociendo estos hechos sobre pintura de Alcalá y el Prado.. Lástima que se hayan perdido tantos cuadros. Gracias por compartir conocimientos.

  2. Nieves dijo:

    Muchas gracias José Antonio, un reportaje excelente y muy curioso.
    Me enorgullece saber de la riqueza histórica y artística de Alcalá.
    Tus reportajes son siempre enriquecedores.
    ¡Por favor, no te canses de contarnos!

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