La lámpara de la Mezquita Mayor de la Alhambra

El Colegio Mayor de San Ildefonso, en especial la Capilla de San Ildefonso, se convirtió en el depositario de numerosos objetos que el Cardenal Cisneros fue recopilando por diversas partes del mundo. Los más famosos los trajo de Orán tras conquistar la ciudad en 1509 a modo de botín, como las llaves o los estandartes de la ciudad. Pero no todos los objetos que trajo eran originarios de Orán sino que algunos procedían del palacio de los Nazaríes de Granada, la Alhambra, como la pieza que tratamos hoy: la lámpara de la Mezquita Mayor de la Alhambra.

Tal y como nos dice Mariana Kalaitzidou en su estudio sobre la pieza, esta lámpara fue fabricada por orden de Muhammad III en el 1305, tan solo tres años después de la construcción de la Mezquita Mayor de la Alhambra. Por su tamaño y belleza, debió estar situada justo delante del Mihrab lo que le daba aún mayor importancia. Allí permaneció hasta la demolición de la Mezquita tras la conquista de Granada por parte de los Reyes Católicos. Fue entonces cuando fue enviada a Orán junto a otros objetos granadinos. Allí permaneció hasta 1509, cuando la ciudad fue conquistada por las tropas castellanas al mando del Cardenal Cisneros. Este decidió enviarlo al Colegio Mayor de San Ildefonso y allí se conservó hasta el cierre de la Universidad de 1836. Desconozco donde estuvo colocada pero no es muy difícil aventurar que debió estar en la Capilla de San Ildefonso.

Tras el cierre pasó a la Universidad Central de Madrid (la actual Complutense de Madrid) como tantos objetos de la Universidad Cisneriana y en 1868 fue asignada a los Fondos del Estado y pasó al Museo Arqueológico Nacional, donde aún hoy en día está expuesta.

Lámpara de la Mezquita Mayor de la Alhambra (s.XIV)

Lámpara de la Mezquita Mayor de la Alhambra (s.XIV)

La pieza tiene una altura total de 230 cm, de los que 55 corresponden al gran prisma de cuatro lados y 80 cm de diámetro de la parte inferior. Está realizada en bronce y decorada con elementos vegetales, sobresaliendo la flor de loto. Presenta también decoración epigráfica: el lema de los Reyes Nazaríes se repite por toda la pieza hasta un total catorce veces (No hay vencedor sino Allāh, اﷲ إلا غالب ولا) y un epígrafe fundacional en el labio del borde inferior de la lámpara, incompleto, que dice:

En el nombre de Allāh, el Clemente, el Misericordioso. La bendición de Allāh sea sobre nuestro señor Muhammad y sobre su familia: salud y paz.

Mandó nuestro señor sultán, el sublime, el protector, el victorioso, el equitativo, el dichoso, el guía de los pueblos, el que toma la senda justa para sus siervos, el Emir de los musulmanes Abu’Abd Allāh, hijo de nuestro señor, [Emir] de los musulmanes Abu’Abd Allāh, hijo de nuestro señor al-Galib bi-Llah, el victorioso por la gracia de Allāh, Emir de los musulmanes, Abu’Abd Allāh, que Allāh lo exalte […] con sincera atención y verdadera certidumbre. Y esto sucedió en el bendito mes de rabí al-awwal del año 705

A pesar del buen estado de la pieza, esta no ha llegado hasta nuestros días completa puesto que la totalidad de sus brazos horizontales se perdieron así como un trozo de prisma inferior. Aún así, es una pieza impresionante que tuvimos el privilegio de guardar en nuestra universidad durante más de 300 años.

Acerca de José Antonio Perálvarez

Profesor de Secundaria, Licenciado en Historia, Experto en Gestión de la Información y Guía Turístico de Cervantalia. Complutense y amante de nuestra ciudad
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