Jovencitas si queréis un buen novio, debéis tocar la nariz a Gregorio

En la girola de la Catedral-Magistral se encuentra el único sepulcro monumental que se conserva en el templo. En él se esconde una tradición de nuestra ciudad. ¿La conocéis?

Gregorio Fernández fue canónigo de la entonces Colegiata de san Justo a finales del siglo XV al que el Cardenal Cisneros encargó llevar a cabo la construcción y puesta en marcha del conjunto conventual de San Juan de la Penitencia, en especial del Colegio de Doncellas de Santa Isabel situado en él. Fallecido en 1518, descansa desde entonces en un bello sepulcro renacentista que originalmente estuvo situado en el citado convento hasta que, con motivo del traslado de las Juanas al antiguo convento de Agustinos Recoletos de san Nicolás de Tolentino en 1884, su sepulcro fue llevado a la Magistral e instalado en la girola. Allí se conserva aún hoy en día, siendo el único de los grandes enterramientos renacentistas de la Catedral que se conserva casi intacto hoy en día.

Casi intacto. Y es que poco después de la muerte del canónigo, se extendió por Alcalá una costumbre muy peculiar que se resume en la siguiente frase:

Jovencitas, si queréis un buen novio,

debéis tocar la nariz a Gregorio

Quizás fueran las propias estudiantes del colegio de doncellas las que iniciaran esta tradición sobre la tumba del encargado de la fundación de su centro pero no lo sabemos con certeza. Lo que sí es cierto es que, hoy en día, Gregorio ya no tiene nariz. De hecho, esa parte del rostro está completamente pulida. ¿Será Gregorio el culpable de muchos casamientos complutenses a lo largo de los siglos? Os invito a que le busquéis dentro de la Catedral y toquéis su nariz. Siempre es bonito continuar parte una tradición de tantos siglos y…¡Quién sabe!