Mejor olía la Capilla de San Diego

Hoy os vuelvo a traer una muestra del abundante y rico refranero complutense, en este caso relacionado con un edificio hoy desaparecido: la Capilla de San Diego en el antiguo Monasterio de Santa María de Jesús de Alcalá.

Lápida sepulcral de San Diego, conservada en las Úrsulas. Fotografía de José Prieto del Hoyo

Lápida sepulcral de San Diego, conservada en las Úrsulas. Fotografía de José Prieto del Hoyo

El refrán se utilizaba en aquellos casos en los que algún asunto no parecía demasiado limpio, una especie de me huele a cuerno quemado o no es trigo limpio. Que la expresión hable de buen olor en la Capilla de San Diego hace alusión a la incorruptibilidad del cuerpo del santo, lo que favorecería un ambiente saludable y agradable en la capilla. Por ello, cuando una situación tenía pinta de ocultar algo diferente a lo que parecía, siempre olería peor que un sitio «santo» como la capilla del franciscano.

La capilla a la que hace alusión el dicho se situó en el espacio que ocupó la portería en la que sirviera durante tantos años el santo sevillano. De unas dimensiones majestuosas, con gran cúpula propia incluida, acogía los restos de San Diego y los objetos utilizados durante su canonización, como la mesa o los estandartes, y recibió el patronato real debido a la devoción de la corona por el santo lego franciscano. Por todo ello, se convirtió en el gran centro de peregrinaje y devoción de Alcalá junto a la cripta de la Magistral y la Capilla de las Santas Formas. Para nuestra desgracia, fue derribada junto al resto del Monasterio en 1859 pero nos queda su recuerdo en este refrán que hoy os traigo. ¡Feliz domingo!

Acerca de José Antonio Perálvarez

Profesor de Secundaria, Licenciado en Historia, Experto en Gestión de la Información y Guía Turístico de Cervantalia. Complutense y amante de nuestra ciudad
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