…Cervantes es complutense «gracias» al Cardenal Cisneros?

Si hay un personaje en la historia complutense a la que podamos denominar «el mejor alcalde de Alcalá», ese es Francisco Ximénez de Cisneros. No hay otra persona a la que Alcalá de Henares le deba tanto, ni siquiera Miguel de Cervantes. Pues si bien el insigne escritor es quien da fama mundial a nuestra ciudad, es Cisneros quien hizo que Alcalá se convirtiera en lo que es. Y, de hecho, es gracias al Cardenal por lo que se puede afirmar con rotundidad la cuna complutense de Miguel de Cervantes.

Partida bautismal de Miguel de Cervantes

El Registro Civil no se creó en España hasta el siglo XIX por lo que la única manera de rastrear la procedencia de las personas anteriores a dicho siglo, censos aparte por su irregularidad y su orientación meramente económica para el pago de impuestos, son las partidas de bautismo. A pesar de que antiguamente estos documentos no especificaban el día y lugar de nacimiento, se considera que coincide con el bautismo porque los niños solían ser bautizados escasos días después de nacer por miedo al limbo. Además, en el siglo XVI nadie viajaba a bautizarse a otro lugar por lo que se considera a las partidas de bautismo como el registro más fehaciente respecto al nacimiento de las personas.

Las parroquias quedaron encargadas de recoger de manera escrita y obligatoria algunos de los datos de sus feligreses, como bautismo, matrimonio y defunción, a partir de 1563 por mandato del Concilio de Trento, sustentado por el Decreto de Felipe II del doce de julio del año siguiente. Pero…¿Cervantes no nació y se bautizó en 1547, dieciséis años antes?

Cuando el Cardenal Cisneros se convirtió en Arzobispo de Toledo en 1495, aprovechó su posición para llevar a cabo una labor de reforma y mejora eclesiástica tanto de la diócesis toledana como de la provincia toledana de la orden franciscana. De hecho, la fundación de la Universidad y la creación de la Biblia Políglota Complutense responden al deseo de reformar la Iglesia desde los cimientos con una nueva enseñanza de la Teología, más acorde a la Iglesia primitiva que a la bajomedieval. Pues bien, en el Sínodo diocesano de Talavera de 1498 impuso que las parroquias de la Archidiócesis de Toledo, que se extendía por las actuales provincias de Toledo y parte de Madrid, Guadalajara, Cuenca, Ciudad Real, Albacete y de Ávila, llevaran un registro de bautismo, matrimonio y enterramiento para llevar a cabo un control más efectivo de los feligreses de cara a poder actuar respecto a las necesidades que pudieran surgir. Esto ya se había hecho en España de manera esporádica y aislada en algunas parroquias de Canarias desde 1481 y se había propuesto para Toledo, aunque sin éxito, en el Sínodo de Alcalá de 1490. Pero fue a raíz de la medida tomada por Cisneros cuando se vio la necesidad de su existencia y la idea fue llevaba al Concilio de Trento por teólogos españoles y, de ahí, su generalización.

En cuanto a Alcalá, no tengo los datos de las partidas bautismales más antigüas de las tres parroquias históricas de nuestra ciudad: Santos Justo y Pastor, Santa María la Mayor y Santiago (La de San Pedro, dentro de la Catedral, se fundaría en el siglo XVII). Lo que sí os puedo señalar es que el libro de bautismos de la Parroquia de Santa María que recoge las partidas de Miguel de Cervantes y de sus hermanos nacidos en Alcalá, comienza el cuatro de enero de 1533 y finaliza en marzo de 1551, siendo el más antiguo de los conservados de dicha parroquia.

Libro I de Bautismos de la Parroquia de Santa María la Mayor de Alcalá de Henares, abierto por folios 192 v. y 193 r. La fe de bautismo de Miguel de Cervantes es la primera de la izquierda.

Cisneros fue una persona adelantada a su tiempo en muchos aspectos y todos ellos se vieron reflejados en Alcalá de una u otra forma. ¿Qué mejor muestra de ello que la partida bautismal del insigne y eterno complutense Miguel de Cervantes Saavedra?