Un reo salvado de milagro

Este blog ha llegado hoy a las 100.000 visitas, lo que es un motivo de orgullo para mí. Cuando comencé con este proyecto personal no esperaba encontrar la acogida que me habéis prodigado. Prometo seguir mucho más tiempo con vosotros ¡100.000 gracias a todos!
Como agradecimiento, hoy os voy a contar una curiosa anécdota complutense que cuenta Esteban Azaña en su Historia de Alcalá de Henares. En ella se relata como los complutenses salvaron la vida a un condenado a muerte. Espero que la disfrutéis.

Picota de Vinuesa (Soria)

Corría el mes de diciembre de 1636. La Santa Hermandad de Alcalá, una especie de policía rural municipal creada por los Reyes Católicos para vigilar caminos y montes, había prendido en el Val de Alcalá a un reo fugado que había sido acusado de asesinato. Tras llevarlo a la aún villa complutense, el Alcalde Mayor Francisco de Castilla y Carbajal le condenó a muerte y se dirigieron todos hacia la picota para llevar a cabo el ajusticiamiento.

Puerta del Vado. Baldomero Perdigón (1963)

Puerta del Vado (1963) Fotografía de Baldomero Perdigón

Esta se encontraba en aquel entonces a la salida de la Puerta del Vado, frente a la desaparecida Ermita de San Sebastián. Allí llegó la comitiva, a cuya cabeza iba el reo acompañado del mercedario padre Jorge y tras ellos una inmensa muchedumbre. Se dispuso todos los menesteres para el ajusticiamiento pero hubo un pequeño fallo: el verdugo debía estar borracho y no fue capaz de completar el ahorcamiento por más veces que lo intentó. Estando el reo suspendido en el aire y sufriendo un duro tormento, pero aún vivo, el Padre Jorge creyó que se encontraban ante un milagro y no dudó en gritarlo. ¡Para qué más! Los complutenses, especialmente los estudiantes, corrieron a por el reo, arrollaron a los cuadrilleros de la Santa Hermandad según dice Azaña y se lo llevaron en volandas al Convento de la Merced Descalza (lo que hoy entendemos por Sementales) y allá lo encerraron tras forzar la puerta del convento.

Colegio Convento de la Merced Descalza. Fotografía eltelescopiodigital.com

Quizás pensaréis que el salvado asesino acabó de fraile en aquel colegio convento universitario pero nada más lejos de la realidad. Aquella misma noche, los estudiantes e incluso los frailes ayudaron al susodicho a escapar de Alcalá. Así se libró el delincuente de pagar por sus delitos, gracias a la exagerada fe de un fraile mercedarios y a las ganas de aventuras de los estudiantes complutenses.

Acerca de José Antonio Perálvarez

Profesor de Secundaria, Licenciado en Historia, Experto en Gestión de la Información y Guía Turístico de Cervantalia. Complutense y amante de nuestra ciudad
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Una respuesta a Un reo salvado de milagro

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