Las mirillas judías

Mirilla en bovedilla sobre el nº 32 de la Calle Mayor. Fotografía José Antonio Perálvarez

A pesar de que durante siglos convivieron en Alcalá las tres religiones y formaron barrios diferenciados, que no separados, hoy quedan pocos vestigios del pasado judío o musulmán de Alcalá de Henares. Los grandes edificios religiosos no han sobrevivido hasta nuestros días y los inmuebles que han perdurado de las antiguas judería y morería de Alcalá (en torno a las calles Mayor y Santiago, respectivamente) han llegado muy modificados hasta nuestros días, siendo prácticamente irreconocible su pasado judío o musulman. Sin embargo, sí conservamos algún vestigio de este pasado y hoy os traigo uno de ellos, quizás el más peculiar: las mirillas.

Mirilla del nº 17 de la Calle Mayor. Fotografía José Antonio Perálvarez.

La Calle Mayor era el eje central en torno al cual giraba la judería de Alcalá. Al igual de hoy en día, la calle soportalada por excelencia de nuestra ciudad estaba dedicada al comercio, situándose las tiendas a pie de calle mientras que las viviendas eran los pisos superiores. Si en aquel tiempo te situabas enfrente de cualquier puerta de la Calle Mayor, tendrías sobre tu cabeza un pequeño agujero en el techo del soportal. ¿Para qué servía?

Mirilla sobre el nº 13 de la Calle Mayor. Fotografía José Antonio Perálvarez.

Cuando llamaban a la puerta, el dueño de la vivienda no bajaba a la tienda para ver quien estaba en el umbral de su casa sino que abría la trampilla. Si era alguien conocido, le arrojaba las llaves a través del agujero para que entrara en la casa. Si era una visita no deseada, bastaba con cerrar la trampilla. Como véis, todo un portero automático medieval.

Mirilla sobre el nº 29 de la Plaza de Cervantes.
Fotografía José Antonio Perálvarez.

Con el paso de los siglos, la inmensa mayoría de estas mirillas fueron tapadas y desaparecieron. Sin embargo, aún conservamos seis de ellas, que podéis observar en las fotos utilizadas en esta entrada: cuatro en la Calle Mayor (nº 13, 17, 32 y 37)  y dos en la Plaza de Cervantes (nº 29 y 32). Os recomiendo sobre todo la que encabeza esta entrada, la del 32 de la Calle Mayor, al ser la única que aparece en bovedilla entre vigas de madera. Quizás la que mantiene más solera y aire medieval de las seis.

Mirilla sobre el nº 37 de la Calle Mayor.
Fotografía José Antonio Perálvarez

Así que ya sabéis, cuando paseéis por nuestra calle Mayor, buscadlas y disfrutad del legado medieval complutense. ¿Cuántas personas habrán recibido llaves a través de ellas?

Mirilla sobre el nº 32 de la Plaza de Cervantes.
Fotografía José Antonio Perálvarez

P.D. Ante el hecho de que algunos me avisarais de que realmente hay más mirillas de las que os mostré, recorrí todos los soportales de Calle Mayor y Plaza de Cervantes en su búsqueda. Para mi sorpresa, no son ni las tres que os dije en el primer momento ni cuatro y hasta cinco como me han señalado: hay un total de seis. Las añado al artículo. Gracias a todos.