Uno de las momentos más peculiares de la fundación y construcción de la Universidad cisneriana fue el acto de colocación de la primera piedra. Según nos cuenta uno de los mejores biógrafos del Cardenal Cisneros, Pedro Aranda de Quintanilla y Mendoza, sucedió el 14 de marzo de 1499, lo que significa que nuestro arzobispo se adelantó un mes al «permiso oficial» para fundar la Universidad que le otorgaría el papa Alejandro VI el 14 de abril de 1499 mediante la bula Inter Caetera.
El acto fue solemne. Se realizó una procesión encabezada por una gran cruz desde el vecino Convento de San Diego. Participaron en ella todos los frailes del mismo, cerrando la procesión el Cardenal Cisneros vestido de pontifical. Los cánticos procesionales continuaron al encontrarse con el Maestro Mayor de obras, Pedro Gumiel, en la esquina de la fachada del Colegio Mayor que linda con el Colegio de San Pedro y San Pablo. El arquitecto tenía preparada la que sería la primera piedra de la Universidad: una piedra hueca. *
*¿Y por qué era hueca? El Cardenal había decidido recuperar para su Universidad una tradición del antiguo Imperio Romano y era la de colocar en la primera piedra diversos objetos, principalmente monedas. De ahí que fuera hueca.
Cesaron los cánticos y Cisneros se arrodilló y, levantando las manos hacia el cielo, realizó una oración a Dios para pedirle su perseverancia pues todo lo hacía para gloria suya. Al concluir la oración se levantó, bendijo la piedra y depositó en ella monedas de oro, plata y otros metales; una escultura hueca de bronce de san Francisco y un pergamino con el día (14 de marzo), año (1499), maestro (Pedro Gumiel) y fundador (él mismo) del edificio que introdujo en la espalda hueca de la estatua. Tras esto, tapó la piedra y finalizó el acto con la vuelta de la procesión al Convento franciscano cantando el Te Deum Laudamus. Allí se celebró misa y pocos días después, el arzobispo de Toledo marcharía a Granada.
No hay noticias que nos hablen del descubrimiento de este pequeño tesoro renacentista por lo que debemos pensar que, aún hoy en día, esos objetos depositados por el Cardenal Cisneros aún permanecen custodiados por la maravillosa fachada de nuestra Universidad.
Pingback: La fachada de la Universidad de Alcalá: Historia | Historias de Alcalá